La salud vaginal es clave para garantizar tu bienestar y evitar los diferentes tipos de infecciones vaginales. Sin embargo, es cierto que el verano no es tu mejor aliado en lo que a salud de tu zona vaginal se refiere. El calor, la humedad e incluso el estrés derivado de los viajes puede favorecer la aparición de infecciones vaginales. Por eso conviene hacer énfasis en ciertos cuidados.
La salud vaginal es clave para tu bienestar
Pero ¿sabes lo que es la microbiota vaginal? ¿A qué edad tienes una mejor salud? Te lo explicamos.
¿Por qué debes mantener una buena salud vaginal?
Mantener una buena salud vaginal es necesario para garantizar que no contraes infecciones. Y ¿cuáles son los principales factores que hay que tener en cuenta? La higiene, por supuesto, es uno de los más importantes. Pero tampoco hay que llevarla a un extremo.
Ten en cuenta que no es cierto que la vagina huela mal. Simplemente, el flujo de cada mujer huele de forma diferente, en algunos casos de forma más intensa que en otros. Con esto queremos decir que debes evitar los perfumes, desodorantes u otros químicos que dañen tu flora. Lo ideal es, entonces, lavar la zona externa de tus genitales cada día con agua y un jabón que respete tu pH.
Por otro lado, sobre todo en verano, ten en cuenta que la ropa interior de algodón es la mejor opción. Por más que te gusten los encajes, la realidad es que el algodón es el tejido que mejor transpira.
¿A qué edad disfrutas de una mejor salud vaginal?
El pH de la vagina, las condiciones de humedad, la composición del flujo e incluso la circulación sanguínea notan la influencia de los estrógenos. Por eso, aunque no podemos hablar de una edad exacta, desde MediNorte sí que podemos decirte que las mujeres en edad fértil suelen tener una mejor salud vaginal.
La microbiota vaginal, un beneficio/problema que te afecta directamente
La microbiota o flora vaginal es un conjunto de microorganismos vivos que te ayuda a mantener tus funciones fisiológicas. Si estás sana, convivirán en equilibrio y harán la función de cuidar tu salud vaginal. Sin embargo, de no ser así, pueden proliferar bacterias y hongos, y entonces sí que surgirán las infecciones.
Los lactobacilos, que conforman en gran parte tu microbiota vaginal, son los encargados de mantener el nivel de acidez en un rango adecuado. ¿Qué se consigue con esto? Tener un mecanismo de defensa contra los patógenos y contra las infecciones.
Cabe destacar que, mientras no haya ningún problema, estos microorganismos no provocan síntomas.
4 tipos de infecciones vaginales
Hay varios síntomas que pueden indicar la presencia de infecciones vaginales. Entre ellos están los cambios de color, olor o textura en el flujo, dolor o ardor al orinar y molestias al mantener relaciones sexuales. Siempre que notes alguna de estas señales, lo mejor es que acudas a la consulta de nuestras especialistas en ginecología.
Pero ¿cuáles son los tipos de infecciones vaginales más frecuentes? En MediNorte creemos que es importante que las conozcas. Por eso, en este post vamos a hablarte de las cuatro más habituales: vaginosis bacteriana, clamidia, candidiasis y tricomoniasis.
¿Cuáles son las infecciones vaginales más frecuentes?
Esta es una pregunta frecuente entre nuestras pacientes. Aunque hay más clases, podemos decir que estos son los tipos de infecciones vaginales más comunes:
- Vaginosis bacteriana: se debe al desequilibrio de la flora o microbiota vaginal al crecer algunas bacterias de forma incontrolada. No se contagia durante las relaciones sexuales, aunque es cierto que las mujeres más activas tienen más posibilidades de tener esta infección. Entre sus síntomas encontramos picazón, olor intenso y un flujo de color blanco amarillento. También puede aparecer una sensación de molestia y dolor durante las relaciones sexuales.
- Clamidia: se transmite por la vía sexual y, aunque a veces es asintomática en un inicio, presenta riesgos severos. Al provocar pequeños daños en el cuello del útero, puede reducir las posibilidades de engendrar hijos. Sus síntomas son dolor en la vagina y la parte baja del abdomen, picor en la vulva y sangrado durante las relaciones sexuales.
- Candidiasis: se da cuando aumenta la presencia del hongo Candida Albicans en la flora vaginal. ¿Sus síntomas? Enrojecimiento y picor en la zona y flujo blanco y pastoso. Aunque a veces se transmite por las relaciones sexuales, la causa es otras veces una depresión del sistema inmune.
- Tricomoniasis: el causante de esta infección es el parásito Trichomonas Vaginalis. Se transmite mediante las relaciones sexuales y es fácilmente diagnosticable, aunque es importante tratarla a tiempo; de lo contrario, puede derivar en una enfermedad inflamatoria pélvica y, en el peor de los casos, en una infección generalizada. La reconocerás por una secreción verdosa, muy líquida y con un olor muy intenso. También puedes sentir dolor a la hora de orinar y una picazón en la vagina.
Principales factores que aumentan tu probabilidad de contraer una infección vaginal
Ya sabes cuáles son los principales tipos de infecciones vaginales, pero ¿qué te hace contraer estas enfermedades? Lo cierto es que a veces aumentan las probabilidades algunos factores que no puedes controlar, como la edad o incluso la fase del ciclo menstrual en la que te encuentras. Sin embargo, también hay aspectos -como los hábitos de higiene, el método anticonceptivo que usas y la frecuencia con la que mantienes relaciones sexuales- que sí que controlas y que también influyen.
Hay algunos malos hábitos que te hacen tener una peor salud vaginal, y uno de los principales es el tabaquismo. El tabaco tiene un efecto antiestrogénico, por lo que desestabiliza el equilibrio de tu microbiota vaginal.
Por otro lado, desde MediNorte te damos los siguientes consejos en cuanto a higiene:
- Usa jabones y geles adecuados. No confundas la higiene de tu vagina con la del resto del cuerpo, ya que no tiene nada que ver.
- Siempre debes limpiarte desde delante hacia atrás. Solo así evitarás contaminar la zona y contraer incluso infecciones del tracto urinario.
Cómo prevenir posibles infecciones vaginales
Ya hemos dicho qué no debes hacer, pero ¿qué puedes hacer como prevención ante infecciones? Hay ciertos ámbitos en los que puedes incorporar algunas buenas prácticas. Te las explicamos.
En primer lugar, te aconsejamos que no utilices ropa interior demasiado ajustada, así como que evites los salvaslips y las compresas de materiales plastificados. Procura lavarte con un gel que tenga el pH adecuado y evita por completo las irrigaciones internas.
Estos consejos se aplican a la época fértil, pero ¿qué hacer durante la menopausia y la época premenopáusica? Hay productos naturales y no hormonales que te ayudan a preservar tu salud vaginal. Nuestra recomendación es que hagas tu consulta a nuestras especialistas en ginecología, que analizarán tu caso concreto.
Mantén estos cuidados durante tu menstruación y mejora tu salud vaginal
Las compresas son una opción muy recomendable, pues respetan la salida natural de la menstruación. Eso sí, muy importante, procura que estén hechas con tejidos naturales como algodón y celulosa para evitar las irritaciones. La copa menstrual hipoalergénica, por otro lado, también es una buena alternativa, pero es fundamental que te asegures de que está hecha con silicona médica.
¿Qué pasa con los tampones? Lo ideal es reservarlos solo para ciertas situaciones, ya que un olvido podría tener consecuencias graves. En el caso de que los uses y tengas tendencia a las infecciones, es una buena idea escoger tampones especiales con probióticos. Su función será la de regenerar tu probiota vaginal. Y, sobre todo, estate atenta para no olvidar que lo llevas.
La alimentación también contribuye a mejorar tu salud vaginal
Una buena alimentación y una buena dieta -para lo que pueden ayudarte nuestros especialistas en endocrinología– es muchas veces clave para eliminar enfermedades infecciosas. Un ejemplo es el caso de la candidiasis, que es uno de los tipos de infecciones vaginales más comunes. Al encontrarse la cándida en la flora intestinal, se alimenta de los componentes de algunos alimentos que forman parte de nuestra dieta habitual. Evitando, pues, ciertas comidas, eliminarás más rápidamente la infección.
Pero ¿qué alimentos debes eliminar de tu dieta si quieres recuperar tu salud vaginal? Harina, cereales, leche, queso y otros productos con levadura o lactosa estarían en la lista de desaconsejados. En la lista de recomendados figurarían productos con propiedades antisépticas o probióticas. Entre los primeros encuentras el ajo y el aceite de coco o de oliva, mientras que en el segundo grupo figuran alimentos como el yogur y algunos otros lácteos.
Los probióticos, tus mejores aliados para evitar infecciones vaginales
Como hemos dicho antes, la microbiota o flora vaginal está formada por una gran cantidad de bacterias, y su función es protegerte frente a infecciones. Cuando esta microbiota se desequilibra, pueden ploriferar las bacterias y los hongos. Y es en este momento cuando van a surgir las infecciones vaginales.
Ahora bien, ¿qué son los probióticos? Los probióticos son microorganismos vivos que pueden administrarse tanto oral como vaginalmente. Como decíamos en el apartado anterior, están presentes en alimentos de tu día a día, como el yogur.
Hay varias situaciones en las que te conviene consumir probióticos. Por ejemplo, es recomendable si has tenido infecciones seguidamente en los últimos tiempos. También si has tomado antibióticos recientemente o incluso después de la menstruación. En definitiva, los probióticos van a ayudarte siempre que tu microbiota vaginal se vea comprometida, ya que su función es regenerarla.
Ya has visto qué aspectos influyen en tu salud vaginal, así como qué tipos de infecciones vaginales hay y cómo te afectan. En cualquier caso, recuerda que lo mejor es contar con la opinión de un profesional como los que te atienden en MediNorte.
¿Quieres saber qué más puedes hacer para cuidar de tu salud vaginal y evitar ciertos tipos de infecciones vaginales?
¡Te esperamos en MediNorte!
Dra Ana Marbella Muñoz Jaramillo,
Ginecología y Obstetricia en MEDINORTE
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